martes, 30 de noviembre de 2010

John D. Rockefeller

John Davison Rockefeller (8 de julio de 1839 – 23 de mayo de 1937) fue un empresario e industrial estadounidense, que se desempeñó en el mundo de la industria petrolera, llegando al punto de monopolizarla. Fue el fundador y presidente de la Standard Oil, una gigantesca compañía que llegó a controlar, la extracción, refinación, transporte y distrubución de más del 90% del petróleo de Estados Unidos y sostuvo monopolios enteros en inversiones en múltiples países extrajeros. En un período de más de cuarenta años, Rockefeller consolidó a la Standard Oil como la compañía petrolera más grande del mundo.
Sus logros empresariales son tan magníficos como controvertidos, mediante astucia, ingenio, dedicación y pocos escrúpulos, ascendió en el mundo empresarial, levantó un extenso imperio que se extendió a tal punto que ninguna otra empresa en la historia ha logrado alcanzar hasta hoy en día. Señalado por sus prácticas monopolistas, fue denunciado por periodistas e investigadores y a la larga el gobierno de los Estados Unidos, tuvo que enfrentarlo, logrando llevarlo ante los tribunales y consiguiendo tras años enteros de litigaciones que se dictara la separación de la gigantesca petrolera de Rockefeller, separación que, inclusive, tardó mucho más tiempo después de dictada, en materializarse.
Rockefeller es hasta ahora el único caso que se haya visto de un hombre que llegó a elaborar un monopolio puro, el cual le costó al mismo gobierno disolver y que de hecho marcó a profundidad el desarrollo de la industria petrolera a nivel mundial.
Es considerado como el hombre más acaudalado de la historia mundial y es el fundador de la mítica familia de millonarios que aún persiste hoy en día, con el mismo apellido.

EL CODIGO DE SU VIDA
'Disciplina, orden y un registro fiel del debe y el haber' fue desde entonces el código de su vida. Al tercer año ya ganaba 600 dólares anuales pero cuando le niegan un aumento de 200-dólares, decidió instalarse por cuenta propia. Tenía ahorrados 800 dólares, pero aún le faltaban otros 1000 para lanzarse a su propio corretaje. Su padre se lo adelantó con un interés anual del 10%, hasta que alcanzara la mayoría de edad. La firma Clark & Rockefeller obtuvo, el primer año, ganancias por U$S 4.000 y en el segundo cuadruplicó la suma.

FUERZA Y SENTIDO DE LA OPORTUNIDAD

El estallido de la Guerra Civil en 1861 fue la llave de su fortuna. Dos años antes, con la perforación del primer pozo de petróleo, comprendió que podía hacer más fortuna con su transporte y refinación que con la explotación. Cuando en 1863 la compañía ferroviaria del Atlántico y el Oeste extendió su linea hasta Cleveland, poniendo esta ciudad en contacto directo con Nueva York a través de la región del petróleo, supo que había llegado el momento. Tenía 23 años e invirtió U$S 4.000 como socio comanditario en la nueva firma Clark, Andrews & Co. Las refinerías surgían como hongos en Cleveland y su entusiasmo por el oro negro lo hizo abandonar el comercio de granos. Al negarse su socio Clark a la expansión de la firma (lo atemorizaba el pasivo de U$S 100.00), decidieron subastar la empresa. El 2 de febrero de 1865 las apuestas subieron rápidamente, Clark, abatido, ofreció 72.000 dólares. Rockefeller, imperturbable, retrucó con 72.500 dólares y se quedó con la compañía. El negocio, que en adelante se llamaría Rockefeller y Andrews, era la mayor refinería de Cleveland, con una capacidad de 500 barriles por día y ganancias de un millón de dólares por año, que se duplicarían al año siguiente. Pudo así negociar con el ferrocarril tarifas preferenciales, y ese descuento fue un arma esencial para fundar, en 1870, una nueva sociedad, con 1 millón de dólares de capital: la Standard Oil.

NACE UN IMPERIO

En 1870, era una de las mayores refinerías de centro de los Estados Unidos.
En 1872, junto con dos de los más importantes refinadores de Pittsburg y Filadelfia, pudieron manejar a su antojo las tarifas con los ferrocarriles. En tres meses, Rockefeller había comprado 22 de las 25 refinerías de Cleveland. La Standard Oil refinaba un cuarto de toda la producción de petróleo del país. Eliminada paso a paso la competencia, la Standard Oil se convirtió en un poderoso trust, que refinaba el 95% de la capacidad total del país. Su equipo directivo estaba formado por un conjunto de los más capaces financistas del país. Todos eran millonarios. Para Rockefeller, la elección del personal siempre había sido un ingrediente importantísimo; elegía a los más capaces y entusiastas.



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